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Fabricio Estrada

Poema Ocho a.m.

8:00 A.M.
Llego a la hora en punto.
De esta forma,
el 
tiempo adquiere matices históricos.
Marco tarjeta
y busco a tientas mi escritorio.
Ya no dirán nada,
he cumplido con llegar
y esto para ellos es suficiente.
Ahora me verán callar,
yendo del baño a la fuente de agua,
de la fuente de agua al baño
y no sabrán que transito siglos atrás,
por montañas del Ponto
y ríos de Mongolia,
acompañando a Julio César y exigiendo
un desfile con elefantes y timbales.
Luchas atrás,
con Gensis Khan
por una larga estepa y con un buen caballo;
con Ibn Batuta y Marco Polo,
junto a walkirias que me ungen
entre los muertos de Germania.
Y nadie sospechará,
me dejarán tranquilo
con mi rostro atento,
dirán que cumplo
y me pagarán por ello.

2.


Qué fronteras tiene lo que se muevelo que vuelve

nada
lo que se marcha
nada
lo que se mueve y lleva las fronteras a cuestas
lo que se agolpa
lo que empuja nada
frontera que tiene ojos
boca y latidos
que comen paisajes que come maizales
que comen sangre
con el otro estomago del hambre descrita
en los manuales
del inversor del funcionario del policía del sacerdote apaciguador
los otros ojos del desvelo porque mañana se debe el impuesto de guerra
y hasta el voto y las patadas de la tropa frenética
llevan
hasta el peluche que calma a la hija
la nana-himno silbada con la boca seca
las cornucopias mal atornilladas y sus frutos pútridos
la lluvia a la que disparan los soldados borrachos
van moviéndose como cardumen alevoso
para romper todas las redes con sus vocablos de pájaro nuevo
con su nube de comic sobre sus cabezas
para escribirles para colorear para imaginar
lo que dicen
mientras rompen cada pluma de aduana
y se beben de un solo trago el bloque de nieve de una bandera
que se derrite
que se vuelve abrigo en los desiertos
venda para torniquete luego de la mordida infecta de la bestia
cuando solo se ofrece la chaqueta de bronce de los próceres
la ostia solar en el horizonte de la misa
las ciudades que de lejos son cajas de munición
cajas de muertos
cajas para meter la ropa en la mudanza
para acunar al pequeño Moisés
que no avanzará ni cuatro metros sobre el río
y que habrá que buscar entre el plástico del golfo
llevan
todas las fronteras desmanteladas
y donde se detienen
fundan un país fácil de invadir
siempre con un nombre diferente con un rostro diferente
que se agolpa como un caballo hecho de pasaportes vencidos
de mochilas de tambos de agua de latas de sardina
y ni Casandra ni Lacoonte
ni Moctezuma
ni Elempira que jura por cada venado que salta como presagio
ni la baraja de la santera
por más que se revuelva al derecho y al revés
sabrán que se hizo de pronto tanta gente desaparecida
que fue noticia hoy
y que mañana andará invisible entre el Arizona
y los bosques más fríos de Vermont.


Poeta hondureño Fabricio Estrada, nacido en Sabanagrande, Francisco Morazán, en octubre de 1974, quien hasta ahora ha publicado los poemarios: Sextos de Lluvia, 1998; Poemas contra el miedo, 2001; y Solares, 2004.
Su poesía también circula en antologías como: Cien años de poesía política en Honduras, Roberto Sosa, 2003; La Hora Siguiente, poesía emergente de Honduras, Salvador Madrid, 2005; Imposible un Angel, Il Miglior fabbro editores, 2005; Versofónica, Antología en Formato digital, producción de Il Miglior Fabbro editores y Sexta Vocal; Muestra de poesía de Honduras, Revista Tinta Seca, México, Saul Ibargoyen; Proyecto Papel de Oficio, Cuadernillos de Poesía Joven, Secretaría de Cultura – Paíspoesible, 2006; y Las Rutas del Viento, antología luso-española, Antonio Colinas, Madrid, España, 2005
En los últimos años, ha sido invitado a numerosos festivales de poesía, entre ellos: II Festival Internacional de Poesía de El Salvador, 2003; Encuentro Permanente de Poetas, San Salvador 2003; V Festival La Poesía Tiene la Palabra, Casa de América, Madrid, España, 2005; además de a las ciudades de Guatemala y Antigua Guatemala.
Fabricio Estrada es ex-integrante del taller de poesía Casa Tomada (1993-1996); cofundador del Sello Editorial Sexta Vocal, y miembro fundador del Colectivo de Poetas Paíspoesible.

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