Entré en la Casa de la Justicia de mi país y comprobé que es un templo de encantadores de serpientes. Dentro se está como en espera de alguien que no existe. Temibles abogados perfeccionan el día y su azul dentellada. Jueces sombríos hablan de pureza con palabras que han adquirido el brillo de un arma blanca. Las víctimas -en contenido espacio- miden el terror de un solo golpe. Y todo se consuma bajo esa sensación de ternura que produce el dinero.
En este blog encontraras todos o la mayoría de poetas nacidos en Honduras. Con o sin obra literaria publicada. El blog es para difusión de la poesía hondureña.